LAS CLASES(II)

Los procesos
productivos primarios, la comercialización, creatividades
artísticas fueron formando el Renacimiento, en tanto avanzaba la
colonización.
Algunas
monarquías resistieron los cambios, otras comenzaron a extender sus
dominios hacia otras tierras usando su poder militar cuyo desarrollo
se sustentaba en la producción primaria de bienes alimenticios y en
los impuestos que éstos aportaban.
Las monarquías
fueron concesionando tierras a los productores y éstos se
convirtieron en negociantes acumulando recursos económicos.
Asociados a las monarquías pasaron a la etapa de autónomos y, en el
pos Renacimiento, en clase social.
La expansión
productiva, impulsada por la demanda, fue constituyendo la propiedad
y la formación del propietario que pasó a constituirse en la clase
alta aliada a las monarquías. El uso de la clase esclava fue
explotada y productiva de base, lo cual generaría reacciones,
guerras internas e ideologías políticas sociales. Los primeros
pensadores republicanos impulsaron cambios en países europeos,
sustentados en filosofías, algunas basadas en la Grecia pre
aristotélica y concepciones políticas sociales que buscaban ordenar
la relación patrón dependiente.
Obras filosóficas
fueron exponiendo interpretaciones del nuevo mundo abordando incluso
la economía, todas buscando un ordenamiento conceptual, aunque
también surgieron teorías cuestionadoras del sistema en auge.
El proceso
capitalista se formó en una tríada social: monarquía primero,
después gobiernos de clase económicamente dominante y tercero el
proletariado.
La esencia de esa
división social permanece, pero existen variaciones según los
países y sus legislaciones como las gravitaciones políticas
operantes en sociedades.
Medio desarrollo
En sociedades con
desarrollo medio o bajo, la división de clases es más notoria que
en los desarrollados, donde existen preservaciones sociales para los
asalariados, pero se relativizan según las crisis, como es hoy el
caso de Alemania.
Las crisis son
sistémicas en el capitalismo. La exacerbación de una variable
importante afecta al resto, como viene sucediendo desde el
desbarranco hipotecario en EE.UU. a fines del 2007, que afecta a
todas las economías de distintos niveles. Al respecto, en las
críticas económicas sociales internas de la oposición al gobierno
anterior, no se incorporan los efectos de aquella crisis, que
determinó en las naciones desarrolladas contener compras en el
exterior y proteger sus economías, y perduran en esa postura. Esa
política perjudica a la Argentina. Obviamente es mala fe no hacer
referencia a esa realidad, al margen de los errores del gobierno del
Frente para la Victoria.
El gobierno del
Presidente Mauricio Macri es ideológicamente conservador neoliberal,
lo cual significa identificarse con las ventajas comparativas, que
incluye de base al agro, como variable principal de la economía e
incorpora a la minería (solo explotada por ahora por capitales
extranjeros) y a los servicios, principal el financiero.
Esa concepción
excluye a la industria en el desarrollo, lo cual ofrece un área
fundamental al capital externo, actividad de mayores integraciones
científicas en sus producciones desde el fin de la Segunda Guerra
Mundial. Sin industria no hay desarrollo. Macri se conforma con una
industria mediana, lo cual se ubica fuera del proceso científico
técnico, establecido en Europa y se expande a Oriente como se
evidencia en Japón, Corea y avanza en otras naciones, especialmente
China.
Ese pensamiento
del Presidente y sus colaboradores es de concepción clasista
ortodoxa. La clase alta, capitalista por definición, predomina en
aquellas tres áreas económicas y hay que apoyarlas porque son
competitivas, por lo cual no hay que arriesgar la apertura de otro
proceso que es complicado. Además, un modelo de industrialización
requiere inversiones superiores y recursos humanos especializados,
lo cual induce exigencias sociales más complejas, entre otros
asalariados de mayor nivel educativo, que para los intereses y
pensamiento de quienes gobiernan, sería políticamente peligroso.
En esencia, conservadurismo significa permanencia.
Y el macrismo lo
representa bien.
Agosto
2017.Canono Elorza