lunes, 7 de agosto de 2017

Las Clases Sociales por el economista Canono Elorza

LAS CLASES(II)
La sociedad está dividida en clases sociales, características que fue formando el capitalismo desde sus inicios, a fines de la Edad Media. Fue una reacción contra ésta y la aparición de los burgos, comerciantes independientes que negaron el totalitarismo del Medioevo, organizado por los católicos.
Los procesos productivos primarios, la comercialización, creatividades artísticas fueron formando el Renacimiento, en tanto avanzaba la colonización.
Algunas monarquías resistieron los cambios, otras comenzaron a extender sus dominios hacia otras tierras usando su poder militar cuyo desarrollo se sustentaba en la producción primaria de bienes alimenticios y en los impuestos que éstos aportaban.
Las monarquías fueron concesionando tierras a los productores y éstos se convirtieron en negociantes acumulando recursos económicos. Asociados a las monarquías pasaron a la etapa de autónomos y, en el pos Renacimiento, en clase social.
La expansión productiva, impulsada por la demanda, fue constituyendo la propiedad y la formación del propietario que pasó a constituirse en la clase alta aliada a las monarquías. El uso de la clase esclava fue explotada y productiva de base, lo cual generaría reacciones, guerras internas e ideologías políticas sociales. Los primeros pensadores republicanos impulsaron cambios en países europeos, sustentados en filosofías, algunas basadas en la Grecia pre aristotélica y concepciones políticas sociales que buscaban ordenar la relación patrón dependiente.
Obras filosóficas fueron exponiendo interpretaciones del nuevo mundo abordando incluso la economía, todas buscando un ordenamiento conceptual, aunque también surgieron teorías cuestionadoras del sistema en auge.
El proceso capitalista se formó en una tríada social: monarquía primero, después gobiernos de clase económicamente dominante y tercero el proletariado.
La esencia de esa división social permanece, pero existen variaciones según los países y sus legislaciones como las gravitaciones políticas operantes en sociedades.
Medio desarrollo
En sociedades con desarrollo medio o bajo, la división de clases es más notoria que en los desarrollados, donde existen preservaciones sociales para los asalariados, pero se relativizan según las crisis, como es hoy el caso de Alemania.
Las crisis son sistémicas en el capitalismo. La exacerbación de una variable importante afecta al resto, como viene sucediendo desde el desbarranco hipotecario en EE.UU. a fines del 2007, que afecta a todas las economías de distintos niveles. Al respecto, en las críticas económicas sociales internas de la oposición al gobierno anterior, no se incorporan los efectos de aquella crisis, que determinó en las naciones desarrolladas contener compras en el exterior y proteger sus economías, y perduran en esa postura. Esa política perjudica a la Argentina. Obviamente es mala fe no hacer referencia a esa realidad, al margen de los errores del gobierno del Frente para la Victoria.
El gobierno del Presidente Mauricio Macri es ideológicamente conservador neoliberal, lo cual significa identificarse con las ventajas comparativas, que incluye de base al agro, como variable principal de la economía e incorpora a la minería (solo explotada por ahora por capitales extranjeros) y a los servicios, principal el financiero.
Esa concepción excluye a la industria en el desarrollo, lo cual ofrece un área fundamental al capital externo, actividad de mayores integraciones científicas en sus producciones desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin industria no hay desarrollo. Macri se conforma con una industria mediana, lo cual se ubica fuera del proceso científico técnico, establecido en Europa y se expande a Oriente como se evidencia en Japón, Corea y avanza en otras naciones, especialmente China.
Ese pensamiento del Presidente y sus colaboradores es de concepción clasista ortodoxa. La clase alta, capitalista por definición, predomina en aquellas tres áreas económicas y hay que apoyarlas porque son competitivas, por lo cual no hay que arriesgar la apertura de otro proceso que es complicado. Además, un modelo de industrialización requiere inversiones superiores y recursos humanos especializados, lo cual induce exigencias sociales más complejas, entre otros asalariados de mayor nivel educativo, que para los intereses y pensamiento de quienes gobiernan, sería políticamente peligroso. En esencia, conservadurismo significa permanencia.
Y el macrismo lo representa bien.
Agosto 2017.Canono Elorza